sábado, 11 de noviembre de 2023

Susurro del viento

A raíz del cruento ataque de Hamas, las redes sociales se vieron inundadas con infinidad de videos que mostraban un horror y sevicia inconcebibles.
Desde el ángulo de los perpetradores, la capacidad de crueldad abruma a cualquier ser sensible, y más cuando el autor filma e incluso disfruta la matanza. En cambio, quien lanza una bomba desde un avión siguiendo un mapa digital, puede sentirse desconectado del pandemónium que está generando. Para las víctimas, el sufrimiento y la muerte son iguales independiente de si se realiza cuchillo en mano o con la barda protectora de la matanza a distancia.
Por eso la guerra resulta siempre absurda y las llamadas guerras limpias o la pretensión de hacerlas “humanitarias” son un ejercicio de futilidad. No hay formas aceptables de destrozar o matar al prójimo.

El mundo se escandaliza con las víctimas “inocentes” y el ataque a civiles, cuando la dinámica misma de los combates hace imposible que los objetivos sean puramente militares. Y qué quiere decir “inocente”? Una familia educa un niño con todo el esmero y dedicación y apenas llega a los 18 años, pierde por decreto la inocencia y adquiere el derecho a ser descuartizado en forma legal y tolerable porque forma parte de un ejército al que entró a la fuerza o con un engaño patriotero.

Afortunadamente también circuló por las redes un video bellísimo hecho por Yael Deckelbaum/ Oracion de las Madres (https://youtu.be/T-HDeVf9yhI), con la organización Women Wage Peace.
“Entre el cielo y la tierra Hay personas que quieren vivir en paz”
Cantado en hebreo y en arabe por mujeres que hacen un círculo en montañas desérticas, sonríen, expresan amor, se abrazan.
“No te rindas, sigue soñando de paz y prosperidad”
Marchan unidas, abrazadas, todas las edades, todas las razas, por calles polvorientas, por grandes avenidas.
“Las paredes del miedo se derretirán algún día”
La melodía y las imágenes, conmueven tan profundo que logran contrarrestar la repugnancia generada por la masacre..
“Nos reiremos con los niños - al sonido para que puedan descansar - de la guerra”
¿Será posible conmover a los guerreros y convencerlos de tomar otro camino? Las mujeres han demostrado con sus conquistas pacíficas su capacidad para cambiar el mundo sin violencia.

Los hombres no parecen tener remedio. El cromosoma Y los predetermina. Por milenios tuvieron que ser agresivos para sobrevivir. Pero ya sus primitivos instintos no tienen cabida en un mundo civilizado. Si se repasa la reciente tragedia de Israel y Palestina, toda es imaginada y ejecutada por hombres, quienes deberían reconocer su obsolescencia y retirarse de las posiciones de mando, entregarle el poder a las mujeres para ver cómo resuelven las diferencias en forma pacífica. En la reciente conferencia de paz de El Cairo, solo el 15% eran mujeres. Desde luego, no hubo acuerdo. Por más utópico que parezca, la única esperanza de un mundo sin guerras es que los hombres reconozcan su condición de gorilas mal evolucionados y le cedan el mando a las mujeres.
“Un susurro de viento del océano Está soplando desde lejos..”
“..Mis puertas se abrirán a lo que es realmente bueno”
“..Escucha la oración de las madres/ Que haya paz/ Tráeles paz”
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Paliza de halloween

Se está especulando sobre el efecto que pudo tener halloween en la implosión del embrujo que tenía atrapados a tantos compatriotas
Expertos en hechizos terrenales aseguran que el diseminado consumo de una pócima consistente en aumento del hambre y la pobreza, el freno a la actividad económica y la generación de empresas, la emigración de capitales y talentos, el disparo en las cifras de homicidios, secuestros, territorios dominados por bandas criminales, bombas y bloqueos, es lo que ha logrado que las mentes se comiencen a despejar.

Zombies y fantasmas aseguran, que en medio de la oscuridad, muchos lograron ver lo que se viene en mediocridad de Salud y Educación estatizadas, en inflación por la pérdida de independencia del Banco de la República, y peor oscuridad por una arrevesada política energética combinada con el politiquero deterioro de las empresas de servicios públicos.
Pero también han aparecido hechiceros y payasos macabros develando disfraces y han destapado el daño a la productividad generado por los subsidios indiscriminados, a la verdad por los señalamientos y amenazas a periodistas, a la decencia por la compra de senadores, alcaldes y gobernadores, a la confianza y tranquilidad por el maltrato y desprecio a la policía y fuerzas militares, y a la transparencia por el ataque sistemático a los entes encargados del control y vigilancia con la pretensión de desacreditarlos ante la opinión pública.

Se pelean brujos, quirománticos y astrólogos, cada cual queriéndose arrogar el mérito de haber pinchado la burbuja del encantamiento.
En la medida en que se dispersan las nubes negras que le impedían a tantos observar la realidad y pensar racionalmente, se preguntan cómo fue que consumieron el brebaje a tan altas dosis. Cómo pudieron votar por un viejito monotemático y malhablado, que condenó la segunda elección. Cómo pudieron creerse la historia de un país despeñándose por el abismo mientras casi todos podían constatar progreso personal y de su entorno en los últimos 20 años. Como pudieron comerse el cuento de un personaje que sin experiencia alguna en hacer, con una cantaleta ideológica desueta y vasta experiencia en destruir, iba a ser capaz de asumir la complejísima y difícil labor de dirigir un país.

Ha quedado probado que asi como son posibles los encantamientos masivos, la confusión ficticia no suele durar mucho.
Los 11 millones del “masivo apoyo de mi pueblo” ha quedado reducido a escaso 1 millón. La realidad de lo que siempre ha sido un reducido grupo educado en el odio y el resentimiento que no ve si no esclavismo en el empleo, feudalismo en las empresas y lucha de clases en toda diferencia social.

Si tuviese la virtud de una mente equilibrada, podría Petro aceptar la paliza que le dieron las brujas y renunciar, reconociendo que no tiene las grandes masas de sus alocadas ilusiones y que la gran mayoría del pueblo todavía cree en trabajar y producir y no en pegarse a la ubre del estado. Pero conociendo al Narciso, lo más probable es que proclame el triunfo, distorsione las cifras, se radicalice, se apoye en los sátrapas del mundo y termine forzando a la sólida democracia Colombiana a sacarlo a escobazos.
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Pienso, luego elijo

Son varios los errores que cometen los ciudadanos en las democracias, contribuyendo a su desprestigio.

El primero es la generalización. Como un buen número de políticos han logrado desprestigiarse poniendo los recursos públicos a su servicio, se ha vuelto muy popular la aseveración que los mete a todos en un mismo saco. “Todos son una porquería” es la salida simplista de quien no hace un esfuerzo por conocer las opciones, analizar las ideas y seguir las ejecuciones. Siempre hemos tenido un buen número de políticos honrados, que entienden su misión y dedican su vida al servicio de los demás. Pero a los pocos decentes les tienden trampas legales y son vilipendiados con falsedades, logrando la convicción generalizada de la inexistencia de excepciones.

En ninguna elección anterior me había involucrado en un trabajo tan juicioso de estudiar hojas de vida, programas y realizaciones de los candidatos. He asistido a debates y presentaciones y los he conocido personalmente y he tenido el privilegio de hacerles preguntas difíciles. Estoy seguro que quien haga el mismo ejercicio, y logre desprenderse de prejuicios ideológicos, concluye que Alejandro Eder, Diana Rojas y Wilson Ruiz no pertenecen a la categoría de políticos abominables. Son personas honestas, transparentes, conocedoras de la ciudad con planes concretos y realistas para mejorar. Creo que nunca habían tenido los caleños la opción de un equipo tan preparado.

Otra variante, producto de la ignorancia, es la que asume que “el mundo fue y será una porquería..”, como dice el popular tango. Todo es un desastre, somos cada vez más violentos y desordenados, la policía no sirve, la pobreza es cada vez peor, los narcos nos dominan.. la lista de infortunios es larga. Afecta a quienes ven noticieros, reenvían todas las desgracias reales y falsas que les llegan por lo que han perdido la esperanza en las instituciones y la democracia. No creen en nada y se abstienen de opinar, participar y mucho menos votar. Quien se ha dejado contaminar por el fatalismo facilita la elección de los corruptos con votos amarrados.

Una tercera argumentación resulta muy paradójica. ¡Racismo! Gritan ante las críticas por derroche de funcionarios que no son “blanquitos (pero van para) riquitos”. Sin embargo, son capaces de condenar un candidato solo por su apellido. Ese segregacionismo no les incomoda. No importan sus ideas, su historia, su experiencia. Es la misma ideología que luego respalda dinastías y nepotismo socialista, sin sentir bochorno alguno. El solo hecho de escoger el servicio a su ciudad perdiendo la tranquilidad y arriesgando su vida, cuando podría vivir “sabroso” y tranquilo en otros lados, es prueba de compromiso, dedicación y honestidad.

El cuarto y más perturbador es la facilidad para dejarse engañar con promesas incumplibles. Quienes, sin pensar, votaron por Ospina, no pueden olvidar el sitio y semi destrucción de Cali. Les queda acompañar en el llanto a Palestinos e Israelíes por haber escogido el liderazgo equivocado. Recuperar 20 años de retroceso no va a ser tarea fácil pero no se debe dudar que Alejando Eder ha logrado integrar el equipo que le da las mejores posibilidades a Cali.
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