miércoles, 6 de abril de 2022

Un mundo de mentiras

“La verdad os hará libres. Y la libertad os llenará de mentiras”
Un nuevo mundo se está construyendo sobre mentiras. El fenómeno tiene aterrados a los Colombianos porque han presenciado cómo la política basada en una “verdad alternativa” se ha tejido metódicamente en los últimos años, siguiendo ejemplos exitosos. Para el observador externo asombra la calidad y cantidad de mentiras que el FSB (KGB) ha distribuido sobre Ucrania y el nivel de desinformación que mantienen los rusos. No hay invasion, no hay bombardeos y todo lo que se muestra es “fake”. Los heridos en los hospitales son actores y los muertos son muñecos.

La ilusión de un mundo informado, gracias a internet y las redes sociales, se desvanece a la velocidad con que google nos encuentra respuestas. Creímos inocentemente por un tiempo que esa facilidad para tener acceso a todo lo que en el mundo se ha escrito, fotografiado o filmado, significaba un gran avance para la humanidad.

Pero la capacidad para engañar y mentir, que evolucionó con tanta propiedad en el ser humano, ha terminado por aguar la fiesta, porque los mismos recursos que se usan para acceder a la verdad, se pulen y multiplican para diseminar mentiras.

Engañar en escala de millones fue refinado por Lenin y ejecutado con maestría en la Unión Soviética por décadas. El “glasnost” de Gorbachov supuso un aterrizaje forzoso en la miserable realidad a la que había llegado la Europa comunista. Los alemanes tuvieron un duro despertar del mentiroso sueño en el que los habia metido Goebbels, cuando vieron sus ciudades destruidas por bombardeos. Abruma comprobar cómo los regímenes despóticos de Cuba y Corea del Norte, al eliminar la libertad de prensa y controlar toda desviación del relato oficial, son capaces de mantener en ignorante sumisión a sus apabullados ciudadanos.

Pero ahora el engaño masivo está al servicio de quien tenga la habilidad de manipular redes. Desacreditado el periodismo formal, la falsedad se disemina con gran eficiencia, cabalgando en la desidia de tanto tonto repicando lo que no le consta. Textos, fotos, videos con burdas manipulaciones se vuelven “virales” porque no se quiere hacer un mínimo esfuerzo por ir a las fuentes y corroborar si tienen alguna conexión con la verdad. En Cali, durante el paro, vimos cómo dirigían películas mientras un inexistente ESMAD hacía “disparos” (papeletas) y los aterrados jóvenes simulaban caídas, y como con pintura roja se montaban macabros escenarios de matanzas.


Si esto funciona con tan prodigiosa eficiencia, ¿por qué no se van a creer y viralizar las promesas de los genios del populismo? Pensión justa para todos, empleo y vivienda digna para todos, salud y educación gratis para todos, por cuenta del Papá Estado. Los cerebros pringados de infantilismo político, abrazan con emoción el socialismo del siglo XXI, que ha demostrado una deslumbrante capacidad para sembrar miseria, tiernamente abonada con mentiras. La exaltación de la mentira ha generado tal confusión, que se ha vuelto difícil reconocer la verdad, cuando aparece. Nos queda repetir con Campoamor que “En este mundo traidor/Nada es verdad ni mentira/todo es según el color/del cristal con que se mira”.
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