viernes, 25 de febrero de 2022

Pesimismo

He visto muchos afligidos de pesimismo. Se envuelven en negras capas para predicar sobre los horrores que nos rodean y el inmundo pantano en el que vivimos. El discurso nos revela todo contaminado por corrupción, esfumando la esperanza de ser una sociedad viable. La epidemia se disemina por su propia dinámica: entre más comentamos sobre lo mal que estamos, peor nos sentimos y más negativismo distribuimos. Hay que saber que el fenómeno no es del todo espontáneo. Entre más se disemine la pestilencia, mejores las posibilidades de un líder salvador, merecedor del voto de todos los crédulos, quienes ven salir de sus preciadas manos el fin de las desgracias.

¿Cómo sacudirse el pesimismo? Todo el que ha superado una época de negros nubarrones , valora lo que significan los antidepresivos. Así que la primera medida puede ser un tratamiento bien orientado que le ayude a despejar el horizonte.

También es posible que esté viviendo en la meta-realidad de las redes donde un buen porcentaje de la información que consume es distorsionada, exagerada o es una elaborada mentira. Así que viva su realidad, salga y vea su entorno, ojalá caminando. Verá una ciudad con muchos parques, llena de árboles y vida. Si lo tiene abrumado la pobreza, vaya a un barrio popular y recorra una calle bien concurrida, llena de asaderos y panaderías.

Si lo apabulla la inequidad vea uno de los muchos videos de TED con cientos de iniciativas para ayudar en forma efectiva a los demás. Deje de ver noticieros que ganan rating diseminando tragedias, robos, asesinatos, corrupción, solo porque Ud y otros los ven. La única forma de cortar el ciclo es dejar de verlos. En la medida en que pierdan audiencia, se convencerán de su erróneo enfoque y realizarán que su afán por priorizar lo maligno, genera un daño social real. Tenga la seguridad que no se va a perder de nada importante y va a sentir un gran alivio.

Si lo tiene derrotado creer que estamos de últimos en cuanto ranking se publica, recorra el mundo de la forma más barata que hay, leyendo información gratuita en los muchos medios de buena calidad de otros países. Se dará cuenta que con mayor o menor intensidad, los mismos problemas se encuentran en todos los continentes. Pasee con google earth y maps viendo lo bonito y lo mucho feo y pobre que hay en tantas partes. No deje de ver los barrios miserables y los campos de concentración de inmigrantes de las grandes economías civilizadas y equitativas.

Si lo que siente es que vamos por un despeñadero, lea historia y entérese de los enormes problemas que tenía la humanidad hace siglos o décadas y cómo hemos mejorado en casi todo. Y que los problemas que nos parecen horribles e irresolubles, han existido siempre, pero antes eran mucho peor. Vea a Hans Rosling en TED.

Y si lo desespera la corrupción, estudie los muchos métodos que han mezclado tecnología con iniciativas creativas y han probado ser efectivos para reducirla. Busque un congresista honrado (los hay) y proponga una ley severa anticorrupción. Entenderá las limitaciones, verá lo difícil que es lograrlo, pero sobre todo dejará de pensar en la simplona solución de votar por el gran cambio que nos arreglará todos los problemas.