miércoles, 20 de julio de 2016

Gran Mentira de la Paz publicada Hoy en el tiempo por el Ejército Nacional- 20 de Julio, 2016


Si comparamos las estadísticas publicadas por el Gobierno (Ejército) con gran bombo en el tiempo el 20 de Julio vemos que se presentan estadísticas de violencia entre 2015 y 2016 (que no son comparables porque apenas va un semestre).
Pero allí está la realidad de la violencia. Mientras las FARC bajan, todos los demás suben. Es decir, le cambiamos de nombre a la violencia y esa es la cacareada PAZ.
Esto es lo que se ve cuando se compara lo que bajan las FARC con lo que sube el ELN, las bandas  criminales y la delincuencia común (Federación Criminal de Colombia= FCC).
Actos terroristas población civil:
FARC bajan de 31 a 0
FCC   suben de de 19 a 58
NETO: pasamos de 50 a 58

Actos terroristas contra la fuerza publica:
FARC bajan de 230 a 22
FCC   suben de 43 a  111
NETO: pasamos de 273 a 133

Total de muertos
Pasamos de 195 a 87

Si anualizamos esta manera tramposa de presentar las estadísticas se concluye que en actos terroristas contra la población pasamos de 50 a 116, contra el ejército de 273 a 266 y en muertos de 195 a 174.

Es decir no hay tal reducción de la violencia. Si algo está ocurriendo es una duplicación de los actos terroristas contra la población civil.

ESTA ES LA REALIDAD, en cifras publicadas por el mismo ejército, presentadas por los grandes manipuladores de la información de una manera fragmentada y con periodos no comparables con la clara intención de confundir.
Esto es lo que se puede esperar cuando un gobierno y una sociedad claudican ante las organizaciones criminales: la PAZ DE LOS PAPELES FIRMADOS Y LOS ANHELOS VAN POR UN LADO Y LA REALIDAD POR OTRO.
Para quienes gustan de los ejemplos de tratados de PAZ en otras partes, miren lo que esta pasando en Sudán, después de haber firmado la Paz.
Esto es lo que pasa cuando una sociedad busca la paz con banalidad. Con simbolismos, frasecitas y palomitas. Con el simplista dilema entre guerra (inexistente) y paz.
Cuando toda una sociedad decide escoger el camino del despeñadero cantando cancioncitas inocentes, no queda de otra que desear que el golpe no sea tan duro