jueves, 21 de junio de 2018

La Ley del Embudo
Es cierto que casi todos los terricolas hacen lo posible por aplicarla. Podria asumirse incluso que es parte del instinto de supervivencia: coger lo mas ancho para mi y dejarle lo delgado a los demas. 
Pero cuando se trata de reglas basicas de convivencia en política, si deberían hacerse respetar la igualdad de normas y principios para todos. 
Hay que ver la santa indignacion de Petro o cualquiera de sus seguidores, cuando alguien menciona que fue parte de la guerrilla o que tiene simpatias con los actuales, o los violentos vecinos en el poder. Salta inmediata la acusacion: se lo esta señalando y se esta poniendo en peligro su vida. Se razgan las vestiduras muchas ONG y colectivos de los derechos humanos. Porque se ha dicho algo que es verdad. 
Pero Petro y sus partidarios si tienen plena libertad de soltar todos los epítetos, calificaciones e insultos que les vengan a la cabeza cuando se trata de hablar del expresidente Uribe y sus simpatizantes. Alli si no hay “señalamientos”. No hay “dianas” para uno de los Colombianos que mas atentados ha recibido en la historia política del pais. 
Pueden acusarlo de narcotraficante cuando su presidencia coincidió con la reducción mas dramática de area cultivada en coca y termino con la recuperacion de la mitad del pais por parte de la narcoguerrilla. Pueden decirle libremente paraco cuando fue el quien logro desmovilizar a 40.000 que tenían tomada la otra mitad, devolviendo el territorio de la mayoría del pais a los Colombianos y sus fuerzas del orden. Pueden inventar pruebas, hacer denuncias que resultan falsas, conseguir testigos que luego se retractan  y siguen campantes. Pueden pedir que lo encarcelen, que lo maten y para la mayoría de periodistas y un buen numero de espectadores, toda esa basura desliza suavemente ante sus ojos y oídos, sin producirles ninguna molestia. 
Han podido diseminar y repetir sin cansancio, las mentiras mas vergozosas y han logrado que un buen numero de desmemoriados y muchachos despistados, las repitan como si fuera la verdad revelada. 

No hay duda que la ley del embudo ha funcionado bien en estos últimos 8 años. Los 4 poderes han contribuido a que el embudo sea cada vez mas asimétrico. Pero 10.3 millones de Colombianos, una buena mayoría, se ha manifestado en contra de esta abusiva posición y claman por justicia y equilibrio en la informacion, para que el respeto y la decencia se apliquen en todos los sentidos. 

domingo, 17 de junio de 2018

Petro Subcampeon !!!!

Ante la indiscutible victoria de Duque en las elecciones colombianas por más de dos millones de votos, surgen las preocupaciones de porque Petro saco 8 millones de votos.
Hay muchos compatriotas que en vez de estar celebrando y brincando de la dicha, se muestran preocupados por esa cifra. Y desde luego que no se puede ignorar, pero no se puede tampoco perder la perspectiva: en las democracias gana la mayoría!!!. Asi sea por un voto. Hemos visto como en el mundo se ganan elecciones por una fracción de porcentaje, y obviamente se vienen los comentarios de lo grave que es la división.
Es bueno aclararle a los preocupados, que de lo que se trata es de ganar. Y Duque ganó por 2 millones de votos. Probablemente una de las victorias más significativas de cuantas elecciones han ocurrido en el mundo recientemente.
Es conveniente aclararle a los preocupados que están aguando la celebración lo siguiente:
1- Duque ganó. Duque ganó. DUQUE GANÖ, carajo!!!!!!
2- No hay 8 millones de izquierdistas en Colombia. No los hay ahora ni los ha habido nunca.
Quienes verdaderamente miran a Venezuela con admiración y añoran el socialismo del siglo XXI, con trabajo llegan a 3 millones. La razón de los 5 adicionales, es una muy buena campaña de engaño por parte del habilidoso Petro, que sin duda, supo explotar las preocupaciones e inconformidades de un gran número de personas. Pero no hay que confundirse pensando que el país ha virado dramáticamente a la izquierda. Llevamos 8 años de una campaña muy bien montada contra Uribe. Y a pesar de todos los esfuerzos, de todas las mentiras, de todos los falsos testigos, de todos los montajes, contra una persona que ha sido reconocido por muchos observadores internacionales y locales, como el mejor Presidente de toda la historia de Colombia, no logran quitar de la memoria de los Colombianos el recuerdo de un personaje que trabajó en forma honesta y dedicada por el país. Lo que hay que entender es que la campaña ha tenido un efecto. Han logrado que muchos odien a Uribe, sin poder explicar más allá de un río de chismes y cuentos. Nada que les conste. Nada que hayan vivido. Nada que se pueda cotejar con la realidad. 
Lo otro, que no es difícil, es encontrar cuales son los temas que irritan a la gente. Y ofrecer solucionarlos.
Cuando se es experto en criticar, esa capacidad, inflada por los medios en una campaña, se magnifica a tal grado que se olvidan, que cuando tuvo oportunidad, no logró nada importante y no pudo cumplir ni un pequeño porcentaje de sus promesas.
3- Tampoco es cierto que Petro quede con un “capital político” de 8 millones. El capital político lo constituyen los registros de partidarios que tiene cada grupo político. De resto son ilusiones, promovidas por los medios y los “analistas”. El capital político es el apoyo en el parlamento. Y Duque tiene un 80%. Eso es lo que le va a permitir gobernar con una apoyo razonable del legislativo. Esos 5 millones que se fueron con Petro, son volátiles y se pueden ir con el siguiente que les mienta y los engañe. Que bien puede ser otra vez Petro, pero en 4 años habrá corrido mucha agua. Recuerden que hace 1 año, Duque prácticamente no existía en el panorama nacional.
4- La polarización de Colombia es terrible y lo que nos espera es más confrontación. Esa es otra falacia. Lo grave en un país es que la confrontación sea violenta. Y afortunadamente, ninguno de los líderes de Colombia en los últimos 50 años ha promovido o apoyado la violencia. El único de todos los que ahora tienen una prominencia nacional, al que se le pueden coger videos o escritos, promoviendo la violencia, es precisamente a Petro. Pero aceptemos que se reformó y que ahora acepta las reglas de la democracia. (Analicemos su discurso de aceptación de los resultados, a ver que tan verdad es esto). Pretender que todos estemos de acuerdo, y no haya conflicto y diferencias de opinión, no solo es irreal, sino tonto. Es lógico que en todo grupo humano haya diferencias. Y no es grave que estas diferencias sean grandes y que se traduzcan en confrontaciones verbales inflamadas.  Lo grave es que se asuma que la confrontación tiene que llevar a la violencia. 



Aceptamos pues a Petro, en la oposicion. Oigamos sus argumentos. Seamos capaces en los distintos círculos Colombianos de discutir y confrontar las ideas EN PAZ.