lunes, 24 de septiembre de 2012



LA PAZ SIN GUERRA

Quien se atreva a buscar una correlacion entre el numero de veces que pronuncia la palabra "PAZ" y el numero de muertes violentas en Colombia, encontrara una asociacion perfecta. Basta con repasar titulares del periodo presidencial de Andres Pastrana para confirmar que la correlacion no falla: entre mas la pronuncien y escriban funcionarios, politicos, periodistas, analistas, personalidades, mas muertes ocurren.
Porque esta contradiccion entre tan bello vocablo que reside en los anhelos y emociones de la mayoria de los Colombianos?
El uso que mas se da al vocablo PAZ es para referirse a la ausencia de guerra.  Y la guerra o "conflicto interno" se refiere en Colombia a guerra civil que significa confrontacion armada entre dos bandos del pais. Cada bando debe representar una porcion significativa de la poblacion y debe tener una ideologia o proyecto coherente o viable y se atiene bien o mal a unos "principios" que regulan las confrontaciones armadas.
El grupo armado Colombiano al que se hace referencia cuando se usan los terminos PAZ y GUERRA,  esta constituido por el 0.05% de la poblacion. El respaldo politico no pasa de 2% y si se cuentan todos los grupos de izquierda con alguna afinidad no llegan al 10%. Su proyecto politico es un revuelto de quejas y reclamos totalmente desuetos y desconectados de la realidad del pais y del mundo. Basta repasar el discurso de Timochenko para entender que alli no hay solucion realista o viable para ningun pais.
Pero la evidencia mas contundente de ausencia de guerra la aportan las FARC con sus acciones: reclutamiento forzado de niños campesinos, secuestros, extorsion, asesinatos, bombas y toda clase de actos terroristas contra la poblacion en general.
Son muchos los paises, inclusive del primer mundo que padecen grupos armados organizados con caracteristicas similares a las FARC.  Y muy pocos hablan de guerra y mucho menos de la necesidad de hacer la paz. Los llaman por su nombre: Crimen organizado u Organizaciones terroristas, segun la combinacion de barbaridades de cometen o daños que le hacen a sus respectivas sociedades. Y los enfrentan con medidas policivas, militares, y de inteligencia, combinadas con educativas y preventivas, segun las caracteristicas y capacidades de cada grupo. Son mas bien pocos los presidentes y dirigentes que deciden enredar a la comunidad en un falso dilema de PAZ o GUERRA.
Ningun pais vive en paz, entendida como ausencia total de conflicto o violencia. Aun los que tienen los sistemas sociales y politicos mas avanzados, tienen grados de violencia que tienen que controlar con un sistema policivo fuerte. Y cuando se relajan, aparecen los barbaros disparando y matando. Siempre con algun discurso ideologico. Siempre motivados por un fin ultimo benefico. Y siempre envueltos en un paquete "humanista".  Y siempre con algun sustento en sectores "intelectuales" que explican la "complejidad" de sus orígenes y justifican la barbarie.
Cualquier turista desprevenido que recorra Colombia le reportara a sus familiares que este no es un país en guerra. No hay por lo tanto paz que negociar. Oponerse a las negociaciones de paz, es un acto de pacifismo. Mirarlas con banalidad: "que tal que me suene la Flauta, dijo Santos", es conducir al país por el camino del crimen y el terror.
Hay que disponer de una extraordinaria capacidad para borrar la memoria, para no entender, que la guerrilla busca espacio y reconocimiento politico para recomponerse y rearmarse. Tendremos que mirar las caras de sorpresa y desvergüenza que pondrán todos estos ilusos cuando lo que suenen sean las bombas y los violines en los funerales de los cientos de policías, militares y civiles. "Es que la guerrilla tiene que mejorar su posicion en la mesa de negociacion" nos explicaran los sabiosociologos que pretenden representar el pensamiento nacional.
Hay que exhibir una muy especial propensión al simplismo, para suponer que con la guerrilla se puede negociar. Léase con cuidado el discurso de Timochenko, la agenda de negociacion y el "ideario" de las FARC para entender, que si se llega a un acuerdo, cediendo en un pequeño porcentaje a sus pretensiones, el resultado será una Colombia, tan desajustada, tan violenta y tan desconectada del mundo, que probablemente en niveles de PAZ quedaremos mucho peor llegando a un acuerdo, que sin lograrlo.
Cuando millones de Colombianos salienron a las calles a gritar: "NO MAS FARC, NO MAS MENTIRAS, NO MAS MUERTES", era porque entendian que la paz que necesitamos, no es la que se logra buscando negociar el fin una supuesta guerra. La paz que buscan y quieren los Colombianos, es la misma del resto de la humanidad civilizada: una disminución progresiva y gradual de la violencia y crimen, con una acción decidida de sociedad y autoridades que le reste poder y capacidad de acción a los criminales grandes o pequeños, organizados o desorganizados.