Lo único que le faltaba al voluminoso vecino para completar su perfil de sátrapa era inventarse una guerra. Con un plebiscito “histórico” obtuvo la votación típica de todo régimen comunista: 95% aunque solo la mitad respondieron el llamado. Ese es el numerito preferido por todos cuando consultan a “su pueblo”. Usando un manido argumento con el que pretenden atropellar a los vecinos, deciden regresar al momento de la historia que mejor se acomoda a su arbitrariedad. Por ese camino, los Colombianos tendríamos que anexar a todos los vecinos para rearmar la gran Colombia. O ir un poco más atrás y devolverle el Esequibo a los Ingleses, o más todavía y sería a los holandeses que estuvieron allí casi dos siglos. O según el año que se escoja, devolverle a España todo lo que legítimamente había conquistado. Y siguiendo hacia atrás, tendríamos que expulsar a todos los blanquitos devolviéndole esto a los indígenas. Pero podríamos abusar aún más de la tontería histórica y echar a los indígenas que usurparon las tierras de los chigüiros y los micos, aunque se molestarán las iguanas y los caimanes que estaban antes.
La fascinación con el historicismo acomodado es tan ridícula que no logra encubrir el conocido recurso del dictador cuando ve el abismo desde su desprestigio . Inventarse una guerra patriotera para ver a cuantos muchachos logra matar en ambos bandos en un intento por reencauchar su vapuleada tiranía.
Como es costumbre, toda la tropelía la hacen en nombre de la Unión y la Paz. El nivel de vida de los Guyaneses, quienes son los que deberían votar en un referendo, ha mejorado desde que la Exxon descubre y explota el petróleo. Por eso, la motivación no es el hambre de ese petróleo ya que viene del país con las mayores reservas del mundo, bien enterradas que están gracias a la ineptitud y corrupción de uno de los déspotas que más daño le ha podido hacer a un país en nombre del socialismo.
Tal vez se dé un histórico pacto entre las dos naciones para unir ejércitos y arrebatar un territorio del tamaño de Amazonas y Antioquia en una campaña genocida que se justificaría como extensión de la Paz Total y para combatir algún Hitler que sea capaz de inventar una estrecha imaginación.
Combinando las ideas no extraccionistas con la incompetencia lograrán devolver a los sufridos habitantes del Esequibo a la miseria.
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viernes, 8 de diciembre de 2023
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