Tenemos bultos de libros que describen nuestra historia de violencia, sus actores, las causas inmediatas y el tremendo sufrimiento que han generado. Lo cierto es que casi todos aceptamos que “somos violentos”.
Partiendo de las gloriosas guerras que nos dieron la libertad, casi todos los pensadores y expertos en el tema han creado una corriente de pensamiento que valida y justifica la violencia. No poseemos la exclusividad pero sí hemos sido aventajados en su diseminación.
La esencia está en considerar la falta de igualdad, como una injusticia, que todos tenemos el deber de “combatir”. (la terminología siempre es bélica). El derecho a echarle mano a lo que no tengo nos lleva a un país de ladrones. Con la misma lógica se encuentra la justificación moral para secuestrar, torturar, asociarse con mafiosos, colocar bombas, incendiar o destruir.
Se enseña que es válido usar la fuerza y la agresión para lograr lo que en la mente de cada cual constituye la justicia, se sientan las bases para que la violencia se disemine y se perpetúe.
Como toda cultura, su generación (o degeneración), se instaura cuando todos, al describir la realidad repiten “estallido social” “paz total”, “cerco humanitario”, “cese bilateral de fuego” “actores en conflicto” siguiendo el guión de confusión de los violentos. El más abusado es precisamente “violencia”. Todo lo injusto “es una forma de violencia”, y así ya ni siquiera se distingue qué es violencia. Por eso los movimientos de no-violencia, fuertes en casi todo el mundo, aquí no se entienden y poco se diseminan.
Si los vecinos del norte nos estudian, podrán entender cómo han armado con el cine y los videojuegos, una cultura en la que todo se resuelve disparando y los jóvenes aprenden a disociarse matando primero en la virtualidad y luego en la realidad.
23141
Una dura realidad. Quien sabe cuántos jóvenes de E.U que arremeten en contra de sus semejantes inocentes están bajo el efecto de las drogas ilícitas.
ResponderBorrarAquí en Colombia sabemos que nuestras masacres y violencia tiene un nombre: Cocaína.
Mientras tengamos este gobierno que maquilla todo acto criminal, él país seguirá su camino a la decadencia ante la inmovilidad tónica de ciudadanos indefensos y la inmovilidad cómplice de los que están en la capacidad y el deber constitucional de decir no más.