Guerra Light
Termino la cumbre de Santo Domingo y todos respiramos con alivio al ver las sonrisas y oir los aplausos finales. Ya se dio la orden en Colombia de desactivar la movilizacion. En vista de que los hombres se negaron en forma rotunda desplazarse a las fronteras, se estaba armando un ejercito de mujeres. El análisis estrategico dio que las de tacones y puntas de zapatos mas agudos se desplazarian a Ecuador. Su misión era abrirse paso hasta Quito, a taconazos, y coger a nalgadas a Correa para que no siga viendo enemigos donde no hay, ni hablando de bombardeos que no le han hecho. El segundo contingente, el de las carteras mas grandes y pesadas, tenia la misión de llegar desde Cucuta a Caracas, a carterazo limpio, y darle la pela a Chavez que su mamita nunca le dio. Para que no se vuelva a atrever a mandar a sus muchachos a una supuesta y estúpida guerra que nadie le esta proponiendo ni aceptando.
En medio de la frescura que nos traen los vientos dominicanos, tenemos que aceptar la incitación de Chavez a reflexionar. Y reflexionamos sobre la ligereza con la que estos lideres banales movilizan tropas, cierran fronteras y amenazan con guerras. La misma ligereza con la que apoyan los "legítimos movimientos insurgentes", como si fuera una gracia, una travesura menor. Un dia damos 300 millones para financiar bombas, fusiles, minas, terror, destrucción, muerte y al dia siguiente cantamos cancioncillas alegres para diversión de los presidentes del continente. Nos razgamos las vestiduras porque "nos bombardean nuestro país", cuando lo hemos prestado para que desde allí se planeen y cometan toda clase de ignominias.
Que vergonzoso espectáculo ver a tanto jefe de estado obsesionado por el hecho de si un pedazo de selva estaba de un lado o el otro de una raya. Que poca atención a la verdadera esencia del conflicto: que hay unos personajes a ambos lados de la raya apoyando y condonando la violencia como recurso político valido. Por haber llegado a las posiciones que tienen, deberían tener la capacidad de distinguir que es fundamental para la convivencia de los pueblos. Es mucho mas importante condenar la actividad política violenta y luchar todos contra ella que proclamar máximas sobre la inviolabilidad del territorio.
La violación al Ecuador, en el contexto que ocurrió, fue tan pendeja como la incursion de la guardia Venezolana al entrar disparando a territorio de la Guajira, mientras Chavez hacia aspavientos de la gravisima gravedad que era traspasar una frontera.
Acabando de ver las sonrisas de los Chavez, Correas, Ortegas y demás guerreros light, pase a examinar un indígena víctima de una mina: amputado de una pierna, la cara y las manos destrozadas, los dos ojos explotados, esquirlas en cerebro. Y me pregunte, como sera que va a reflexionar el resto de su vida, sobre la ligereza de los personajes que arman las guerras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario