domingo, 28 de septiembre de 2025

Libertad de expresion. Hasta donde?

Los aspirantes a emperador siempre tienen manual de instrucciones para silenciar la crítica. El recurso más primitivo, y por tanto más popular, es el sicario: se contrata directamente a través de la policía política o indirectamente financiando programas que “estimulen el emprendimiento” criminal. La creatividad es infinita: Putin prefiere los calzoncillos envenenados; por acá se estilan los “niños inocentes”.
El segundo recurso es más burocrático pero igual de eficaz: atacar a la prensa con decretos y “leyes” hechas a la medida para cerrar periódicos, bloquear canales, restringir Internet y encarcelar periodistas incómodos. Es el método favorito de los dictadores maduros, curtidos en la indiferencia a las críticas del “mundo libre”.
Hay, sin embargo, un método más sutil y descarado a la vez: redefinir qué se entiende por “discurso de odio” hasta que signifique “todo lo que critique al emperador”. La democracia estadounidense era admirada justamente por la defensa de la libertad de expresión sostenida por su Corte Suprema durante décadas. Pero Trump y sus MAGA apóstoles han descubierto que pueden ampliar el concepto de odio lo suficiente, para poder cancelar cómicos y columnistas críticos. Dos humoristas famosos ya fueron sacados del aire gracias a presiones económicas y amenazas de retirar licencias a las corporaciones que los empleaban.Como aficionado al humor, los escuchaba con frecuencia: jamás oí en ellos apología del delito ni incitación a la violencia. Y, sin embargo, lograron sacarlos del aire con el método preferido de Trump. Si se comparan esos chistes con la apología rutinaria del crimen y la violencia que aquí circulan con fusil al hombro, quedarían canonizados como angelitos cuentachistes
Según la Corte Suprema de USA, para que un discurso de odio sea punible debe demostrarse conexión con actos reales de violencia. Todo lo demás está protegido. ¿Cuántos estarían presos si ese fuese el estándar en estas verdes montañas?
Mientras los gringos enfrentan la dura tarea de defender su preciada libertad de expresión, aquí seguimos midiendo hasta dónde esa libertad ha degenerado en una verbena de discursos incendiarios, una selva de homicidios y un merecido récord mundial de criminalidad. Y todavía hay quien aplaude: cada emperador tiene sus fans.
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2 comentarios:

  1. EEUU retrocede a épocas oscuras. Odio, crueldad, censura, misoginia, racismo feroz, nacionalismo cristiano.

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