viernes, 23 de junio de 2023

Gobernar con cinismo

“Nuestro deber es proteger las marchas, mientras la protesta sea pacífica” es el último acto de cinismo de Petro. Todas las marchas que se han organizado para protestar contra la guerrilla, la violencia, el narcotráfico y este gobierno han sido pacíficas y por tanto no necesitan mayor protección. Sacan al ESMAD y se aburren. En cambio todas las marchas que se organizaron para protestar contra los gobiernos anteriores fueron violentas. Todas tenían personajes contratados con armas y bombas, orientados a producir terror y desazón con la destrucción. La estrategia era forzar la intervención de la fuerza pública, y filmar solo la respuesta. Se construyó así una historia de represión violenta del estado, que fue valiosa para sumar votos. Quien promovió la violencia y destrucción camuflándose en la protesta, nos dice ahora que gracias al trato del estado, las marchas son pacíficas. ¿Dónde está Bolívar con su mercado de cascos, mascaras y garrotes? Dónde están los senadores con sus fotos de líderes asesinados?

El hundimiento de las reformas combinado con los escándalos, abre una luz de esperanza. ¿Será posible que paren los desaciertos? La sola posibilidad mejora parcialmente la confianza en el país,con recuperación de algunos indicadores económicos, lo que sale a reclamar como triunfo de su gestión.
Para todos, la supervivencia de los 4 niños en la selva fue un milagro, porque superaron mil peligros. En realidad fue el entrenamiento, dedicación y cuidado de la hermana mayor. Pero como Petro quiere parecer parte de los indígenas resulta que “los cuidó la Madre Selva”. Al fin qué, la selva está llena de peligros y es difícil de creer que los niños hayan podido superar semejante reto o es la Madre que los cuida con esmero.

Vende por todo el mundo el discurso de paz total. Pero cuando le llueven críticas por la ineptitud, las improvisadas reformas, la escasa sobriedad de la cúpula, amenaza con que el pueblo saldrá a la calle a defenderlo. ¿Será pacífica esa defensa? Si la democracia actúa por los mecanismos regulares, lo sancionan o suspenden de acuerdo con lo establecido en la ley, la consecuencia, según él, tiene que ser una guerra civil, que como no ocurre espontáneamente, será cuidadosamente planeada y financiada. Ya tiene la experiencia del “estallido social”.

Gobernar con cinismo tiene un alto riesgo, porque es ignorar valores éticos que obligan a trabajar por el bienestar de la Nación. Se deteriora aún más la credibilidad en un gobierno que se viene desacreditando desde adentro sin que la oposición tenga que hacer mayor cosa. Se empeora la ya crónica desconfianza en políticos y mandatarios. Se fomenta la corrupción, se emborrona la transparencia y la rendición de cuentas. En suma se le hace un enorme daño a la sociedad. Está muy demostrado que gobernar con ética y verdadero apego a los principios democráticos con respeto por la constitución, es lo que lleva a la prosperidad de los países. Con el cinismo se pretende engañar, asumiendo que la gente es tonta, y al leer los pronunciamientos se los come con todo y envuelto. Se genera mucho más respeto enfrentando a la oposición con explicaciones válidas y asumiendo la responsabilidad de los errores.

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