domingo, 8 de agosto de 2021

La guerra tibia


Es cierto que en la guerra fría se evitó la confrontación nuclear entre los dos sistemas predominantes. Pero la verdad es que no fue tan fría . Hubo confrontaciones bélicas, desde Vietnam, hasta Siria, pasando por Angola y muchos otros. Por un lado USA y Europa y por el otro los Soviéticos y Chinos. Todos vendiendo armas y facilitando que otros se maten con cada vez más eficiencia.
El derrumbe de la Unión Soviética con la liberación de Europa Oriental y el invento del capitalismo comunista en China, acabaron con la guerra fría, y la confrontación ideológica perdió relevancia en el mundo, excepto en latinoamérica. Se reunieron en Sao Paulo quienes insisten que las teorías bonitas están por encima de la realidad. Por alguna razón se ha concluido que nuestra particular inequidad justifica la economía estatista y la repartición de la riqueza. Y que la fórmula no va a diseminar la pobreza, como ha ocurrido en el resto del planeta.
Un gran aporte fue renunciar a la guerra como método para hacerse al poder. En este mundo cada vez más civilizado y conectado, se estaban viendo demasiado anacrónicos esos personajes disfrazados de militares, sembrando minas quiebrapatas. Había que entibiar la toma del poder. En vez de AK-47 y granadas se deberá recurrir a la piedra y las molotov. No habrá más guerra de guerrillas en las selvas. Habrá marchas, paros, bloqueos en las ciudades, donde está concentrada la gente, y es posible gestionar la frustración colectiva.

El guión quedó tan bien hecho que los cubanos comenzaron a copiarlo. Con muy poca experiencia en marchas y protestas y enfrentado un estado que sí sabe reprimir, han intentado usar las mismas fórmulas que ven funcionando en varios países del sur.
Que son conspiraciones de la derecha cubana de Miami apoyados por la CIA? Si suena parecido a las conspiraciones de la izquierda promoviendo marchas violentas, es porque “está sucediendo”. Es la nueva guerra tibia que van a seguir librando las dos ideologías predominantes. Los creyentes en la libertad económica, en el valor de la competencia y la propiedad privada, harán lo posible por hacerle la vida imposible a los regímenes que expropian, controlan y racionan. Y lo contrario. Ya hemos conocido y vivido como opera la estrategia.
Desde luego los autoritarios le llevan mucha ventaja a las democracias. El liberalismo económico viene con un paquete de libertades individuales, prensa, justicia y elecciones independientes, ejército neutral, todo fácil de infiltrar y socavar. El totalitarismo en cambio justifica todas las violaciones a la libertad, basándose en la superioridad moral de un equilibrio social que se queda en anhelos y consignas. Lo que realmente queda es una pequeña camarilla de privilegiados.
Será que estamos condenados a ésta guerra tibia? La de la lucha en las calles, donde las democracias liberales llevan las de perder?
Nos seguiremos protestando los unos a los otros y los otros a los unos, mientras el resto de la humanidad trabaja, coopera y progresa?

O seremos capaces de encontrar un camino intermedio como tantas democracias que se respetan y suelen alternar entre centro derecha y centro izquierda, sin hacer tanto drama?




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